En la sede de la histórica Confederación General del Trabajo (C.G.T) se encuentra la Fundación Rucci que tiene un museo en memoria al recordado líder sindical cruelmente asesinado por la subversión. En dicha fundación que está conducida por Aníbal Rucci, hijo del extinto líder sindical, se encuentra un museo donde se narra la vida pública y privada de José Ignacio Rucci. Allí se puede apreciar los orígenes humildes de este líder sindical nacido en la Provincia de Santa Fé que en base a su esfuerzo y trabajo llegó a ser Secretario General de la Confederación General del Trabajo y apoyo fundamental al General Juan Domingo Perón y al movimiento sindical y peronista.
Los objetos y documentos gráficos y fotográficos que se exhiben en este museo son de un gran valor histórico. Allí puede apreciarse cartas de Perón dirigidas a Rucci, condecoraciones recibidas, publicaciones de entrevistas realizadas, especialmente una del año 1972- un año antes de su asesinato- donde Rucci sabía que estaba amenazado de muerte pero eso no le impidió luchar por la causa de los trabajadores que en definitiva es la causa peronista, causa donde ofrendó su vida y pasó a la inmortalidad en el corazón del pueblo que reconoció en él no a un mártir sino a un héroe que ofreció la vida por un noble y sincero ideal.
Al entrevistar a dirigentes históricos del peronismo y al preguntarles que significaba Rucci para el General Perón, todos coincidieron que la única vez que lo vieron mal al General fue, precisamente, cuando mataron a José Ignacio y uno de los momentos de mayor emoción y sensibilidad del líder fue cuando descubrió el busto en su memoria. Una foto muestra claramente esta sensación de Perón al descubrir el busto a Rucci (Ver foto nª 2).
Entre los objetos que pertenecieron a José Ignacio Rucci se encuentra el recordado paraguas que cubre al General Perón en su regreso triunfal al país y expresa la protección del movimiento sindical al conductor durante los penosos y largos años de exilio.
Todos los que quieran visitar el museo pueden hacerlo de forma gratuita dirigiéndose al 3ª piso CGT, Azopardo 802, donde podrán apreciar la vida de este líder que fue masacrado de una manera perversa y cobarde por la subversión durante la democracia y su crimen, lamentablemente, nunca se resolvió. El 25 de septiembre de 1973 murió el hombre pero nació el mito.
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