JUAN CRUZ CASTIÑEIRAS
Raúl Castro Stagnaro, presidente del PPC, sostiene que el Gobierno debe dialogar solo con los alcaldes interesados en invertir los recursos que hasta la fecha no son gastados en beneficio de los pueblos
El presidente del Partido Popular Cristiano (PPC), Raúl Castro Stagnaro, sostuvo en entrevista exclusiva con LA RAZON que los actuales dirigentes “antimineros” no tienen ningún interés en dialogar, ni cuidar el medio ambiente, ni menos el bienestar de su pueblo y solo buscan con la violencia construir plataformas que les sirvan a su objetivo de tomar el poder no con las armas, sino con las masas desinformadas y manipuladas políticamente.
¿Qué opina sobre las protestas antimineras que se están viviendo en todo el país?
Como lo advertimos en su oportunidad, esta es una escalada que se viene desarrollando hace varios años con ocasión del nacimiento de lo que se denominó en aquel entonces el neoindigenismo radical marxista, al igual que otros movimientos que son en buena cuenta la conversión de lo que era el movimiento comunista clásico, que luego de la caída del Muro de Berlín toma algunas banderas que generan las corrientes que hoy estamos viendo.
Ya el lema no es el poder nace del fusil, sino el poder nace de la opinión de la desinformación y la capacidad de visión e insurgencia ante un gobierno constitucional elegido. Ya no se toma el poder por el asalto de las masas ni con los fusiles, sino se asalta el poder por la revolución de las masas desinformadas, que son manipuladas en función a determinados objetivos políticos concretos.
Aquí hay una escalada política violentista perfectamente delineada, no es una casualidad que esto pase.
¿Quién financia esta escalada?
Las ONG europeas básicamente de origen escandinavo, algunas alemanas y muchas inglesas. Acá hay una materia que es importante mencionar, a estas movilizaciones y estos líderes absolutamente ideologizados no les interesa el diálogo, no les interesa ni el cuidado del ambiente. Lo que les importa es construir plataformas políticas concretas que sirvan a sus fines políticos concretos.
¿No les importa que haya muertos de por medio?
Precisamente, para seguir el concepto leninista de que mientras las cosas están más complejas, van mejor y siguiendo el concepto maoísta de que hay que incendiar la pradera, precisamente, buscan la confrontación social para llegar a esos extremos, donde se produce de cualquier manera heridos, muertos o complicaciones que dejan un costo social que permite que la protesta tome relievancia, una protesta que en el análisis de ellos no haya tenido muertos o heridos o que tiene escasa participación popular no tiene éxito.
Usted como presidente de un partido político, ¿qué opina del padre Marco Arana, quien es presidente de Tierra y Libertad, que está fomentando estas protestas antimineras?
Yo creo que de padre no tiene nada y que el solo nombre de su agrupación política lo dice todo. No es un hombre que busque el bienestar ni utilizar los recursos de los gobiernos regionales a favor de Cajamarca, sino está buscando una plataforma política concreta y en ese sentido se aprovecha de la religión y su pasado sacerdotal para presentarse como un hombre que merece ser escuchado.
En consecuencia, en este momento lo que hay que hacer es desenmascarar a esos personajes y dialogar con quien quiere dialogar. Los dirigentes radicales no buscan el diálogo, la intransigencia va a ser hasta las últimas consecuencias.
¿Avizora alguna solución política a la situación actual de Cajamarca?
Para aquellos que ocupan cargos públicos procesarlos directamente o destituirlos, porque están llevando al desastre administrativo, político y económico a las respectivas administraciones que tienen bajo su cargo y en el caso de los verdaderos reclamos que se puedan presentar, que sí los hay y existen, hay que contemplarlos, dialogar con quien en verdad tenga ganas de hacerlo.
Si el presidente del gobierno regional no desea dialogar, hay otros que buscan dialogar porque están interesados en sus problemas. En el caso de Cajamarca, Santos no está interesado en dialogar.
¿Qué se hace con Santos, entonces?
A Santos hay que procesarlo, ignorarlo y ponerse a dialogar con los que sí quieren dialogar. Hay muchas autoridades de Cajamarca, los alcaldes de Celendín, de Cutervo, el mismo alcalde de Cajamarca, que quieren hablar con el Gobierno y las utilidades de las minas para el progreso de Cajamarca.
El señor Gregorio Santos tiene centenares de millones de dólares en las cuentas y faltan colegios, postas médicas, educación de calidad, justicia, carreteras, infraestructura, falta todo en Cajamarca, es una de las regiones más pobres del Perú.
Sin embargo, el señor está en un paro indefinido, no está sirviendo a los verdaderos intereses del pueblo de Cajamarca ni del Perú.
Hay que buscar quien quiera servir a esos intereses, el Gobierno debe ser más pragmático y tener más cintura en el juego político.
¿Los llamados frentes de defensa que se encuentran detrás de estos dirigentes tienen algún tipo de representación?
Los frentes de defensa no tienen representación real ni legal, no son movimientos, sino simples movilizaciones que son financiadas por las ONG y otros tipos de organizaciones de dudosa reputación que utilizan fondos y tienen dirigentes a sueldo, que han llevado dirigentes a Europa para lavarles el cerebro como los nativos que bloquearon el río Momón u otros ríos al inicio de la huelga selvática.
Entre ellos Pizango y algunos de las etnias en Maynas que reclamaban la renuncia del señor García, el cambio del modelo económico, el relanzamiento de la Constitución del 79, además de la ruptura con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la no firma del TLC.
Entre comillas, la agenda de los pueblos originarios, todos ellos con sus plumas muy coloridas, pero con los cerebros totalmente lavados en el sur de Francia, eran agendas absolutamente políticas que no tenían nada que ver con los pueblos originarios. De manera que para los que tenemos algún tiempo participando en política esto no es nuevo, resulta absolutamente conocido.
Lo que falta en el Gobierno es gente que vea con claridad las cosas y asuma el compromiso de ir a dialogar con quien quiera dialogar y no darle a ciertos personajes la relevancia o el trato que se les está dando.
Publicado en "La Razón", edición domingo 8 de julio de 2012.
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