martes, 12 de enero de 2010

"A 30 años de la muerte de Haya de la Torre" : Grover Pango.


¿Qué nos puede decir de la figura de Víctor Raúl Haya de la Torre?


Afortunadamente para un país como el nuestro haber tenido la figura de Haya de la Torre constituye un referente, sin duda, del panorama político del país y sirve como una suerte de eco lejano y cubre, por eso mismo, una buena cantidad de tiempo dándole al partido al que él perteneció una forma de presencia casi permanente pero también contribuye para que un país tenga como uno de sus referentes más valiosos en el campo de la política una figura de carácter continental como Haya de la Torre.

Eso importa mucho en un país como el Perú que tiene una vieja consciencia integracionista que proviene, precisamente, de Haya y de otros antecesores ilustres que sueñan que algún día el continente latinoamericano sea uno sólo.


¿Qué nos puede decir a los jóvenes que no tuvimos la posibilidad de conocerlo a Víctor Raúl?, ¿Qué nos puede decir acerca de Víctor Raúl?, ¿Cómo debemos recordarlo a él?


Yo diría que hay 3 o 4 rasgos que hacen de Víctor Raúl y de su existencia un punto esencial de mucha importancia para los jóvenes.

En primer lugar creer siempre en el valor de la política, especialmente cuando el mundo sufre una crisis severa no solamente en los países latinoamericanos o indoamericanos, como diríamos los apristas, se ve, se vivencia que hay esa crisis de partidos, pero también en las grandes potencias con algunas excepciones importantes, la noción del homus politicus es extraordinariamente importante como una herencia de Haya de la Torre y, por consecuencia, la necesidad de formar parte de partidos políticos, las instituciones políticas están en crisis, el Perú lo vive, no se exactamente pero me parece que sí que la situación es similar a la que vive Argentina, se ha retornado un poco a la época de los caudillos y creo que eso no es bueno para la conformación institucional de las sociedades.

Por otro lado Haya de la Torre impuso algo en la programación de la política de entender a la política como una pedagogía cívica, es decir, no solamente es un conjunto de ideas sino un conjunto de conductas, y me parece que ese aporte que tiene un carácter valorativo, ético, también es algo sumamente valioso y memorable en Haya de la Torre.

Lo tercero es esa visión política que ve a la historia como una gran lección permanente que le permitía tener conocimiento de lo que la humanidad había vivido y acumulado al servicio de cada uno de sus individuos, la historia y allí el concepto relativista de la historia que Haya aportó al pensamiento político llamado Espacio tiempo histórico nos dice que también hay una dimensión que un ser humano no puede olvidar, conjuntamente a eso, le agregaría que Haya de la Torre fue básicamente un educador.

Entregó la vida entera, incluyendo, la vida personal renunciando al matrimonio, a los hijos, cuando decía que era un apostolado y que su deber lo invitaba a este tipo de austeridades que alguna gente incomprendió pero conforme pase el tiempo se ve mejor y más nítidamente el valor de su sacrificio.


¿Qué significó la muerte de Haya de la Torre acontecida el 2 de agosto de 1979?


Yo creo que pasaron 2 cosas simultáneamente. La primera es el dolor y la ausencia que genera un vacío imposible de llenar, imposible de llenar como sucede con las personas que son colosales.

Al mismo tiempo, no es tratar de buscar un consuelo pero creo que puso al Perú, al partido aprista, después de haber pasado 30 años podemos sentirnos que hemos sido descendientes de alguna forma de ese reto, que fue su marcha, su ausencia, su alejamiento definitivo.

Cierto es que tuvimos la suerte de contar con una figura aglomerante como es Alan García pero creo que el partido aprista al cumplir ya 80 años de existencia en la política nacional, se ha constituido en uno de los pivotes de la política nacional con sus luces y sus sombras pero creo que Haya nos dejó ese reto inmenso que el APRA siga subsistiendo sin él, quizás sin llegar a tener la altura y la dignidad que merecía Víctor Raúl con su ejemplo pero vaya que es de todas maneras una institución y ojala pueda ser algo mejor, una institución señera, rectora en la vida política nacional, insisto, seguramente también con errores pero la vigencia hace fácil la distinción entre lo que es el APRA y las otras instituciones políticas.



1 comentario:

ana dijo...

Hay que aprovechar la polìtica en TIEMPOS DEL INTERNET para filtrar conceptos totalmente independientes de las grandes presiones que manejan el mundo moderno.
Presiones que tienen sus grupos bien definidos y llevan sus fines egoistas a travès del globo.