SIN MANOS DESOCUPADAS
Sé que hay que buscar el pan
con el sudor de la frente,
pues hasta Bíblicamente
nos corresponde ese afán.
Dígame por donde están
las laborales jornadas,
que he de ir a sus llamadas
aunque estalle Belcebú,
porque yo quiero un Perú
sin manos desocupadas.
Ya está largo mi trajín
en busca de algún trabajo,
no quiero vestir andrajos
y lucho con ese fin.
Tampoco quiero un festín
ni opíparas bocanadas,
lo saben mis camaradas
y también lo sabes tú ,
porque yo quiero un Perú
sin manos desocupadas.
A nadie, como al de abajo
con tantas necesidades,
con tantas dificultades
lo dignifica el trabajo.
Quisiera cortar de cuajo
las ansias desconsoladas,
de los que no tienen nada
más que su fe y su virtud,
porque yo quiero un Perú
sin manos desocupadas.
Difícil hallar trabajo
y a veces hasta imposible
y ya resulta terrible
tener que andar cabizbajo.
A veces meto un ¡carajo!
con mis paciencias colmadas,
no me gustan granujadas
como bien lo sabes tú
porque yo quiero un Perú
sin manos desocupadas
Habrá que buscar culpables
porque que los hay, los hay,
políticos, qué caray,
algunos, irresponsables.
Empresarios censurables
que comen a dentelladas
y se llevan a sus tajadas
sin pisca de pulcritud
y yo buscando un Perú
SIN MANOS DESOCUPADAS
Por Diego Vicuña Villar.
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