martes, 15 de noviembre de 2011

Artículo: Agua y Aceite.

Va a resultarle sumamente difícil a Ollanta Humala lograr articular su "Plan de la Gran Transformación", ofrecido durante la primera vuelta electoral, con la llamada "Hoja de Ruta" de la segunda, que a la postre le permitió ganar las elecciones. A pesar de los esfuerzos que a veces hace por mostrarse un gobernante juicioso y responsable, su viejo discurso y compromiso (alentado durante varios años de manera radical por él mismo, sus seguidores y sus alentadores) aflora, llevándolo por un mar de contradicciones, confusiones y dobles mensajes que demuestran que a la fecha no tiene claridad en qué hacer para salir del laberinto.

El fin de semana fue reconocido en la APEC como un "nuevo líder de las economías", distinción referida al Perú por ser uno de los 3 países de economía emergente en la cuenca Asia-Pacífico. Y mientras el Mandatario, entusiasmado por el hecho, intentaba atraer la mirada de los inversionistas del mundo hacia nuestra patria señalando que para nosotros "la inversión privada es fundamental", que "el Perú es un país que respeta lo que firma" y que, por tanto, garantiza la "seguridad jurídica", acá, en el corazón de nuestra geografía, sus seguidores convocaban a paros locales y regionales y obstruían los caminos de la Sierra para exigir que el Gobierno detenga inversiones en el sector minero, principal asignador de recursos de nuestra economía.
Paradójica y absurda situación que se agrava cuando constatamos que entre los interlocutores de la protesta están los propios parlamentarios del oficialismo y dirigentes partidarios que se fortalecen en la grita cuando desubicados ministros deciden aceptarles todo y repiten inexplicablemente que "si el pueblo no quiere minería, no habrá minería".
El Presidente debe entender que ya el doble discurso no funciona. Que hoy gracias a la tecnología es posible saber con exactitud lo que ocurre en cualquier lugar del mundo y quiénes son los protagonistas y que, por lo tanto, cualquier interesado en el Perú puede conocer prontamente la enorme discordancia que hay entre las palabras de Humala y lo que está ocurriendo socialmente en el país.
Esperemos que el largo viaje de retorno desde Hawái permita al Presidente reflexionar sobre las contradicciones de su gobierno y sobre la gran importancia de tener un país reconocido por su seriedad y estabilidad en sus reglas de juego y que inicie el camino de deshacerse de los radicales colaboradores que ponen piedras en su gestión.


Por: Aurelio Pastor

Ex Congresista de la República y Ex Ministro


Artículo publicado en el diario "El Correo".

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